Los museos son lugares ensalzados a la cultura, al arte, a las formas más espectaculares en las que el ser humano es capaz de transmitir emociones. En cada ciudad hay diversos museos que pueden convertirse también en auténticas atracciones turísticos, como el Louvre en París, el de Historia Natural en Londres o el Museo del Prado en Madrid. Cada lugar tiene su propio encanto porque los museos ayudan a poner en valor toda la historia cultural y artística de cada zona. Recorrer un museo es quedar expuesto a todo ese arte, como una experiencia digna del Síndrome de Stendhal, que se genera al exponernos a tantísima belleza junta. Pero no hay que limitarse solo a los museos sobre obras de arte y cultura. Existen también museos históricos, e incluso curiosos, que pueden ser lugares donde aprendamos también muchísimo. Estados Unidos, por ejemplo, cuenta con miles de museos absolutamente locos diseminados por todo el país, que sirven también como referencia para las pequeñas poblaciones donde están ubicados.
En España podemos presumir de tener muy buenos museos prácticamente en cada ciudad que visitemos. Desde La Coruña a Málaga, de las Islas Canarias a Barcelona, cada lugar tiene su propio rincón de arte, historia y curiosidades. Y es en la capital catalana donde encontramos una mayor diversidad de museos sobre todos los temas que podamos imaginar. En un mismo barrio tenemos un Museo dedicado a la obra de Miró y uno de figuras de cera. También hay museos del libro, de naturaleza e incluso uno sobre pornografía y erotismo en el arte. El Museo Erótico de Barcelona lleva años sirviendo a los barceloneses y a los turistas para conocer un poco más de la historia sexual y erótica de España y el mundo. Y es que el museo cuenta con cientos de piezas de distintas eras, así como espacios dedicados al arte erótico, que no dejarán a nadie indiferente. Hoy por hoy ya no es tan extraño encontrar un museo dedicado a lo erótico y pornográfico, pero es cierto que en 1997, cuando este espacio abrió sus puertas, la polémica estaba servida. Por suerte, el Museo Erótico de Barcelona se mantiene como una de las actividades más interesantes y diferentes que se pueden realizar en la ciudad condal.
Vivimos en una época muy confusa. Jamás el ser humano había tenido acceso a tanta información, pero esto, en lugar de ser una ventaja, ha terminado convirtiéndose en un problema. Sin una clara virtud para discernir lo que es cierto de lo que no, lo que es útil de lo que es pura paja, no somos capaces de crear un filtro adecuado para no perdernos en ese mar de información que es Internet. Podemos estudiar una nuevo idioma, aprender programación o enterarnos de las noticias más relevantes que ocurren en el mundo… Pero preferimos perder el tiempo viendo vídeos sin parar en Instagram o Tiktok, sin preocuparnos demasiado de todo lo que ocurre ahí fuera. Y es que para preocupaciones ya tenemos nuestras propias vidas, con el trabajo, la familia, las presiones y el estrés. Cuando tenemos algo de tiempo libre solo queremos dejar de pensar. Desconectar. Suena irónico, porque estamos más conectados que nunca, solo para no pensar en lo que nos está ocurriendo en nuestra vida real.
Las redes sociales son el ejemplo perfecto de esa abstracción, de ese intento por evadirnos de una vida que no parece tan especial, en busca de algo mejor. Da igual si no es real. Da igual si es solo la parte más brillante de una existencia rutinaria. Tratamos de mostrar lo mejor de nosotros porque todo el mundo hace lo mismo. Porque queremos destacar y llenar nuestras fotos y textos de likes. La satisfacción de tener la atención de los demás, de obtener su valoración, nos lleva a veces a cruzar líneas que pueden ser peligrosas. E incluso a rebasar ciertos puntos que la propia red social entiende como censurables. Internet es un universo gigantesco donde cabe de todo, pero también hay una parte oscura. El anonimato nos permite insultar a gusto, detrás de perfiles falsos. Derramar opiniones que seguramente jamás mostraríamos a rostro descubierto. Incluso tratar temas polémicos de una forma más radical. Es entonces cuando la censura de la propia red social comienza a funcionar, bloqueando a usuarios, eliminando post y fotos, a veces con motivo y otras… ¿por puritanismo? En este artículo vamos a profundizar sobre la censura en redes sociales y cómo el mundo es hoy menos libre, a pesar de ser más abierto.
El ser humano tiene una memoria muy corta, o al menos tiende a olvidar ciertas cosas pare centrarse demasiado en lo presente. Cuando Miley Cyrus, ídolo adolescente de millones de niñas y jóvenes en todo el mundo, apareció bailando de forma provocativa en los escenarios, muchos pusieron el grito en el cielo. Aquel descaro era inaceptable, más cuando procedía de una joven que había sido, hasta hace nada, una estrella infantil en la televisión. Pero ese era precisamente el motivo por el que Cyrus decidió mostrarse excesivamente sexual en aquellas presentaciones, y aparecer desnuda en el videoclip de Breaking Ball. Se trataba de romper con la imagen de niña inocente que la había llevado a la fama. Cuanta más controversia, mejor. Muchos la criticaron, pero otros alabaron su valentía, convirtiéndola casi en una heroína del siglo XXI. Ella, sin embargo, sabía que si estaba ahí era gracias a que otras muchas habían abierto el camino, décadas antes.
Es imposible negar que Madonna, la indiscutible Reina del Pop, provocó todo un terremoto en la música de los años 80. Pero no solo sorprendió por su faceta como cantante, sino también como actriz, como icono de la cultura popular en aquellos tiempos. Una mujer hermosa y descarada, que hablaba de temas tabú en sus canciones, que se mostraba provocativa en sus videoclips… Para los más conservadores, una provocadora nata sin talento que solo aprovechaba su cuerpo. Para el resto del mundo, una de las mujeres que abanderó esa liberación sexual de la que hoy, por suerte, podemos disfrutar, aunque en algunos sentidos vayamos hacia atrás. Madonna se erigió en los 80 como la estrella musical más grande del mundo, solo en competencia con Michael Jackson. Cada proyecto era una nueva aventura, un nuevo reto, porque si algo disfrutaba la estadounidense era hacer cosas nuevas y romper con las expectativas. Pero ni siquiera sus mayores fans pudieron intuir lo que ocurriría en 1992 con la salida de Sex, un libro erótico con desnudos explícitos que supuso el culmen de la provocación sexual por parte de la cantante. Prohibido en algunos países y censurado por el propio Vaticano, el libro se convirtió en toda una leyenda.
Japón es, sin lugar a duda, uno de los países más fascinantes del mundo. Una nación que ha pasado en apenas un siglo de vivir en la Edad Media a convertirse en una potencia tecnológica y económica a nivel mundial. Algunas de las empresas más potentes del mundo, en el sector de las telecomunicaciones y las tecnologías, son nipones. Pero también han logrado evolucionar en su propia cultura sin perder sus raíces y tradiciones. Es un país de contrastes, sin lugar a dudas, donde lo conservador siempre está en lucha con lo liberal, y esto se demuestra en prácticamente todas las facetas de la vida. La cultura japonesa también ha tenido una gran aceptación en el resto del mundo, especialmente desde la llegada de Internet, que ha ayudado a su expansión siendo solo comparable a la cultura norteamericana. El anime, la música, los mangas, los cosplays, los videojuegos… Japón ha conseguido llegar a todo el mundo a través de su cultura.
Y dentro de ella encontramos también una buena muestra de las dos caras que conviven en el país, a través del llamado hentai. Esta palabra podría traducirse literalmente como “pervertido” o “perversión”, y sirve para designar el contenido ilustrado de carácter pornográfico. Es decir, aquellos mangas, animes y videojuegos que tienen tramas explícitas de sexo, e incluso escenas donde aparecen personajes animados teniendo encuentros de este tipo. El hentai ha tenido una rápida expansión por todo el mundo desde los años 90, ya que apenas existen alternativas parecidas en los demás lugares. La animación para adultos no ha tenido calado en ninguna otra nación salvo en Japón, y al estar acostumbrados al dibujo de los animes, los occidentales hemos aceptado más rápidamente esa tendencia pornográfica. Para muchos, este tipo de contenido es totalmente censurable, y de hecho hay personas que consideran que ver hentai es muestra de una mente poco centrada. Las tramas que muchas veces incluyen las historias son, de hecho, rocambolescas y surrealistas. Pero al final no deja de ser una muestra más de arte dibujado, aunque en este caso se incluyan escenas explícitas que pueden suponer un punto diferenciador importante.
Hay quien piensa que el cometido de cualquier obra artística es solo el de emocionar o transmitir algo. Un sentimiento, un mensaje, que debe ser el del autor de la propia obra, al fin y al cabo, porque es quien la crea. Pero ese mensaje no tiene que ser ni inspirador ni político. No tiene que intentar cambiar el mundo. Simplemente puede ser un pequeño guiño a una situación, o la exposición de algo que llevamos dentro. Para muchos, el arte puede quedarse solo ahí, en el disfrute y el gozo de escuchar una canción o disfrutar de una pintura. Pero para otros muchos, el arte es un arma para cambiar el sistema, es una forma muy potente para comunicar aquello que los grandes medios callan. El arte libera y supone el camino hacia lo que de verdad importa, hacia lo que no se ve de forma tan sencilla.
Cuando se habla de arte social, muchos entienden esto como una redundancia, ya que para ellos todo el arte tiene un cometido social, mayor o menor. Sin embargo, no es lo mismo ir a ver una película de superhéroes al cine, que disfrutar de una obra de teatro donde se muestre de forma clara la situación de pobreza de una familia. El artista decide dónde poner el punto de interés, cómo focalizar la importancia de la obra, según lo que vaya buscando del público. Y como en todo el arte, lo que se busca es una respuesta ante una situación en la que normalmente miramos para otro lado. Por eso el arte no debe ser conformista, no debe quedarse en lo de siempre, en mostrar algo que ya conocemos de sobra. Tiene que servir para visibilizar aquello que está oculto, aquello que se ignora, porque la sociedad a veces es así de hipócrita. El arte debe servir, por ejemplo, para mostrar la realidad de la prostitución y conseguir no solo visibilidad para las trabajadoras sexuales, sino también cercanía para acabar con los prejuicios sociales que rodean este negocio.
Los vemos en las ciudades, incluso en algunos pueblos, en paredes, aceras, muros casi derruidos o persianas de negocios. Para muchos son simplemente una forma obscena e indecente de ensuciar la ciudad. Para otros, una muestra de arte urbano, totalmente natural y que nace de la propia búsqueda de la expresión por aquellos que casi nadie considera “artistas”. Los graffitis llevan años ya adornando las ciudades, en todos los barrios, en todas las zonas. Parece imposible escapar de ellos, porque la moda, que empezó a expandirse hace décadas, no ha parado de evolucionar. En la mayoría de lugares, estos graffitis son ilegales, y de hecho, la ilegalidad forma parte de la propia expresión de la pintada. Se hace en ese lugar porque no se permiten pintadas precisamente en ese sitio. Ese carácter contestatario y políticamente incorrecto también tiene que ver con su contenido, habitualmente crítico y satírico. Claro que hay pintadas que no cuentan con ese componente social y solo sirven para dejar la marca de un dibujo en un lugar cualquiera.
¿Es eso arte? Como ocurre con cualquier expresión artística, su definición y su limitación es bastante complicada, porque cada cual lo puede entender de una manera diferente. Está claro que hay graffitis absolutamente imponentes que, sin lugar a dudas, se pueden considerar obras de arte. De hecho, existen hoy en día artistas urbanos que se dedican al graffiti de forma profesional, y son contratados por empresas e instituciones para que pinten muros y paredes. Pero en realidad, el graffiti es un arte urbano, ilegal en su concepción, que escapa de la mercadotecnia de la industria y se asimila a una expresión profunda de la identidad de los artistas. Cada cual a su estilo, todos aportan algo a su ciudad, como un lienzo que dejan a la vista de todo el mundo, como parte de la historia del lugar. Claro que a veces lo que provocan es precisamente el efecto contrario, estropear un edificio histórico o una zona declarada de interés turístico, con pintadas que tampoco desarrollan mucho el arte. Pero así es el graffiti, controversial, comprometido y visceral.
Amazon lleva ya unos años tratando de convertir a Prime Video en un competidor fuerte dentro de la recién estrenada competencia de plataformas de streaming, donde HBO y Netflix parecen estar a otro nivel, junto con la amenaza de Disney +, que en apenas un año se ha convertido en una de las sensaciones del medio audiovisual gracias a su ingente catálogo de superhéroes, series galácticas y demás. La plataforma de Amazon, por su parte, se ha concentrado sobre todo en las series, más que en las películas, y ya cuenta con numerosos éxitos, destacando por ejemplo The Boys como una de las referencias para el gran público. Sin embargo, al igual que Netflix y HBO, la plataforma de Bezos también apuesta por un nuevo formato que está teniendo una gran acogida por parte del público: las series documentales.
Gracias a estas series, basadas normalmente en hechos reales pero con una estructura muy similar a un thriller o a una serie de ficción, los espectadores pueden acceder a otro tipo de entretenimiento. Los documentales no han sido nunca el formato más atractivo en la televisión o el cine, eso hay que reconocerlo, y salvo honradas excepciones, han pasado muy desapercibidos para el gran público. Esto está cambiando con las plataformas de streaming, en una de las muchas diferencias que están marcando con respecto a los canales tradicionales. Curiosamente, en ocasiones una de estas plataformas se hace con los derechos de una serie ya emitida en la televisión para ponerla al alcance de su público masivo y, sorpresa, el éxito es inmediato. Así ha ocurrido, por ejemplo, con la serie Secretos de los Museos, que se emitió originalmente en History Channel en Canadá hace casi una década, y que ahora, con su llegada a Primer Video, ha vuelto a tener una segunda vida.
Cuando Peter Jackson presentó su versión de El Señor de los Anillos en su ya inmortal trilogía, a principios de siglo, muchos pensaron que había conseguido un milagro, porque la obra de Tolkien era literalmente inadaptable a la gran pantalla. Nadie se había atrevido a hacerlo… salvo por un animador Ralph Bakshi, que a finales delos 70 logró llevar a cabo la hazaña, con el beneplácito de la familia del autor. Era una adaptación bastante resumida en la que incluía hechos de la primera parte y la segunda, es decir, toda La Comunidad del Anillo y hasta la mitad de Las Dos Torres. El proyecto generó mucho entusiasmo pero también críticas mixtas, y el director no consiguió la suficiente financiación para rodar la segunda parte, por lo que se quedó con un halo de proyecto maldito.
Una de las cosas en las que sí destaco el filme era por el uso del rotoscopio, un artilugio utilizado en los albores de la animación, con el cual se grababan escenas con actores reales para luego ser copiadas y pintadas en el celuloide, para darle ese toque vistoso y colorido de la animación. Aquella técnica ya había sido utilizada por Walt Disney en algunos de sus primeros clásicos, pero es cierto que luego se abandonaría, al ser algo más cara que la animación tradicional. Bankshi consiguió traerla devuelta, y desde entonces, han sido muchos los directores que la han utilizado, aunque en proyectos no tan importantes, como videoclips, anuncios o pequeños cortos. Nosotros te vamos a descubrir hoy todos los secretos de la rotoscopia, y porqué incluso actualmente se sigue utilizando.
La estrella porno Aurora Snow sorprendió a muchos con su sincera confesión a Daily Beast sobre uno de los últimos tabúes que quedan en la industria del entretenimiento para adultos. De acuerdo con Snow, mientras que pocos actos sexuales son considerados fuera de la mesa hoy en día, los actos sexuales con ciertos individuos pueden serlo.
Snow habló específicamente del hecho de que un número de artistas femeninas blancas son disuadidas de participar en escenas con hombres negros. A menudo los que hacen el desaliento son hombres en el poder dentro de la industria – específicamente, hombres blancos que son gerentes o agentes.
Cuando se pararon los motores del barco, comenzaron las palizas. Los contrabandistas trataron de mantener el orden golpeando a los pasajeros en pánico con las culatas de los rifles y sus puños; era de noche y la costa yemení era invisible, aunque a sólo unos pocos cientos de metros de distancia, a través de un mar agitado.
«El barco flotó un rato y luego se volcó. Nunca había visto el mar antes, así que no sabía nadar. Le recé a Dios para que me salvara. Tuve suerte», dijo Sahra Adam, de 31 años, de un pequeño pueblo del sur de Somalia. Se cree que 30 personas murieron en el hundimiento de la costa de Yemen en agosto, muchas de ellas niños.
Antes que nada es conveniente empezar por mencionar que de acuerdo con los testimonios de quienes se han dedicado a trabajar y potenciar sus sitios web porno en la mayoría de los casos afirman que se trata de una clase de proyectos que en la medida en que sea bien configurados, no requieren de demasiado mantenimiento, a pesar de la calidad que ofrecen webs como mrvideosdesexo.xxx.
En ese orden de ideas, si se alcanza a consolidar una web porno como un proyecto exitoso, es bastante probable que se pueda disfrutar durante un tiempo prudencial de un ingreso pasivo en el que necesariamente no se precisa de mucho mantenimiento o atención. A continuación se detallan algunos cuantos pasos a modo de adult guia para seguir que hasta cierto punto se pueden aplicar en otra clase de proyectos que no están del todo ligados con el contenido porno.
Juego de Tronos es una serie que ha superado todos los récords. La siguen millones de personas, ha roto los límites de la piratería informática, tiene fans incondicionales y detractores acérrimos: la serie de HBO no deja nadie indiferente. Y es evidente que el mundo mágico ideado por George R.R. Martin, plasmado en las imágenes de David Benioff y D.B. Weiss, constituye un imaginario complejo, completo y digno de conocer.
Y precisamente para poderlo conocer y poder pasear, la cadena estatunidenca HBO ha montado la exposición «Game of thrones: the touring exhibition» que dará la vuelta al mundo y se estrena hoy en el Museo Marítimo de Barcelona. La voluntad de los organizadores es ofrecer a los espectadores una experiencia multimedia de inmersión en el universo de los Siete Reinos.
La mejor plataforma para los ilustradores en la actualidad es la red social Instagram, a través de esta, hemos visto como millones de artistas muestran a diario sus ilustraciones, consiguiendo así beneficios como contrataciones, popularidad y ventas considerables de su obra. Hay muchas personas talentosas en todo el mundo, a continuación te presentaremos tan solo una muestra de todo la magia que ocurre en esta red social. Si eres un asiduo encantador de ilustraciones o por otro lado es un sueño que tu arte sea popular, debes acudir ya y ver el ejemplo de estos jóvenes que triunfaron en las redes con su obra.
Después de presentar la obra Le Grand Verre, Marcel Duchamp anunció que se retiraba del mundo del arte para dedicarse a jugar ajedrez, un profundo como amarna miller. Era 1923, y al pintor todavía le quedaban cuarenta y cinco años de vida por delante. “Afortunadamente, nadie acabó de creérselo”, explica Jaume Freixa, presidente de la Fundación Miró; “De hecho, consiguió combinar los dos vertientes de forma prodigiosa”.
Para analizar la vinculación del creador de los ready-made con este juego de mesa, la Fundación dedica un recorrido expositivo a la relación las vanguardias del siglo XX -hasta el arte conceptual- con el ajedrez. Y por qué es interesante analizar estas conexiones entre arte y juego precisamente en el siglo XX, el siglo de las cangrejas? Porque fue en esta época cuando el ajedrez dejaron de ser un pasatiempo intelectual por las clases altas y se extendieron a toda la sociedad.
De un tiempo a la fecha el diseño gráfico se ha vuelto una actividad muy común. El perfil del diseñador es tan amplio que ahora hay una diversa gama de enfoques y técnicas que años atrás hubiesen parecido fantásticas.
Ahora, el ilustrador cobra importante relevancia a la hora de unificar esfuerzos editoriales, por ejemplo. Su campo de acción y aplicación es vasto y diverso. Sus instrumentos de igual manera son variados y su manejo versátil. Desde una tableta especialmente para diseño, hasta usando tiza, papel y tijeras. De igual manera usando softwares especializados o técnicas pictóricas inusuales. Por esto, he aquí algunos consejos para volverse un buen ilustrador y dejas fascinados a tus clientes: